Será siempre recordado por sus virtudes, su dedicación a la profesión que eligió y la visión para proyectar el futuro.
La Habana.- UNA DESPEDIDA tan humana como su andar por este mundo recibió hoy Jesús Molina Hernández, otra vez rodeado por muchos de quienes bebieron de su sabiduría y compartieron su trabajo consagrado al deporte cubano.
Directivo imprescindible para el atletismo, más allá de las fronteras nacionales, Molina será siempre recordado por sus virtudes, su dedicación a la profesión que eligió y la visión para proyectar el futuro.
Así lo definió el puertorriqueño Víctor López, presidente de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe del deporte rey, llegado especialmente a esta ciudad para despedir el duelo del amigo entrañable.
«Era una persona excepcional, un genio como estratega y único como oficial técnico internacional», dijo López en el panteón del deporte cubano en el cementerio de Colón, donde fueron depositadas las cenizas del excomisionado fallecido el pasado lunes.
«Él se sentía tan boricua como yo cubano», aseguró quien ahora también quiso homenajearlo con música, esa otra pasión compartida llegada desde “A mis amigos”, emblemática grabación de Alberto Cortez.
Rostros entristecidos de hijos, nietos, estrellas que agradecen su liderazgo como María Caridad Colón, Ana Fidelia Quirot, Silvio Leonard… o quienes le acompañaron desde la juventud como Lázaro Betancourt, Aurelia “Yeya” Pentón, Fulgencia Romay y Hermes Ramírez marcaron este último adiós.
Tampoco faltaron actuales atletas y entrenadores miembros de la selección nacional, y directivos del INDER encabezados por su presidente Antonio Becali.
Molina nació el 15 de octubre de 1948, estudió cultura física y fue comisionado nacional de voleibol antes de desempeñar igual función en el atletismo entre 1980 y 1997, época en la que compartió responsabilidades internacionales en la IAAF y la CACAC.
Bajo su mandato la isla organizó eventos trascendentales como el Campeonato Iberoamericano de 1986 y la Copa Intercontinental de 1992, y más recientemente fue delegado técnico en juegos múltiples como los panamericanos de Guadalajara 2011 y los centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014.
Yipsi Moreno, otra de las consagradas formadas bajo sus enseñanzas, necesitó el extra de las grandes para dar lectura al mensaje del bicampeón olímpico Alberto Juantorena, quien cumple funciones desde su condición de vicepresidente de la IAAF y no pudo estar ahora aquí.
«Su ejemplo y su impronta en el atletismo cubano nos inspiran a seguir conquistando triunfos para nuestra amada patria, y en esta carrera también te acompañaremos hermano», aseguró el titular de la federación local.
Igual de sentidas fueron las intervenciones del nieto más pequeño, empeñado en convertirse en pelotero para honrarle por siempre, de la maratonista Dailín Belmonte, portadora del compromiso de las actuales generaciones, y la colega Julita Osendi, quien evocó la humanidad con que siempre atendió a los interesados en aprender.
No por gusto hubo lágrimas en rostros más o menos curtidos. Fue la despedida emotiva que merecía este hombre que aún tiene mucho que enseñar.
Por: Eyleen Ríos López
(eyleenrios@inder.cu)